Y FINALMENTE SE ALCANZÓ LA CUMBRE DEL ELBRUS
Después de meses de
entrenamiento, llegó la partida hacia el techo de Europa. El grupo finalmente
quedó formado por el gaditano José Carolos Igeno, el barcelonés de Sabadell
Sergio Nicolás (Nico), la salmantina residente en Ondara María Isabel Vicente y
los ilicitanos José Manuel Bonmatí y Jaime Antón, como coordinador del RETO
EVEREST.
Los primeros días fueron
de aclimatación, ascendiendo al pico Cheget de 3.465 m . y conociendo los
pueblos caucasianos de Terskol y Cheget, en la región rusa de Kabardino
Balkaria.
Los pronósticos de la
meteo eran buenos y las sensaciones de los montañeros también, con lo cual se
decidió atacar cumbre la madrugada del 16 de julio, a las 2:10 AM, según estaba
programado. El grupo de montañeros, acompañado de un guía ruso y un asistente,
fue el único que partiría desde los 3.720 m . de altura, cota en la que se encuentra
el Campo Base de los Barrels. El resto de expediciones que intentaría la cumbre
esa jornada comenzarían la ascensión desde las cotas 4.600, 4.800 o 5.000 m . según los dólares
que hubieran pagado a las “snow-cats” (máquinas de cadenas que transportan a
esquiadores y al 90% de los montañeros que tratan de alcanzar esta cumbre).
Sobre las 4 de la
madrugada y una vez adelantados ya por varias snow-cats, el tiempo comenzó a
cambiar y poco a poco una ligera ventisca y nubes fueron cubriendo la montaña.
Pasadas las Pastukhovas,
a unos 4800 metros
de altura, la pendiente comenzaba a aumentar y a hacerse más dura, al igual que
la ventisca de nieve, que se volvía seria y fría, y parecía querer anunciarnos
una auténtica tormenta más arriba. En ese momento fue cuando Isabel comenzó a
padecer síntomas de hipotermia y en la siguiente parada se le hizo beber té
caliente y se le arropó entre los demás para tratar de que entrara en calor.
Este gesto se repetiría en más de una ocasión durante el camino a la cima.
Cerca de los 5.000 m . José Carlos
comenzaba a sentir síntomas de congelación en los dedos de los pies y en alguno
de las manos, y tras hablar con Jaime y un asistente ruso, decide dar media
vuelta y volver a Los Barrels acompañado por este último.
Los cuatro alpinistas restantes
continuaron la ascensión en medio de una ventisca cada vez más fuerte y una
montaña totalmente cerrada. Una vez alcanzado el famoso “saddle”, collado
situado a 5.400 m .,
entre las dos cumbres del Elbrus, la ventisca rondaba ya los 80 km/h . y la sensación
térmica bajaba hasta los -20ºC . Finalmente,
en medio de unas situaciones extremas, con rachas de viento de 100 km/hora y
con visibilidad nula, con una mezcla de alegría, agotamiento y preocupación por
el descenso, los cuatro montañeros: José Manuel Bonmatí Alonso,
Isabel Vicente López, Sergio Nicolás Fernández y Jaime Antón alcanzaban la
cumbre del Elbrus a las 11:00 AM.
El descenso resultó toda una prueba de entereza, pundonor y
buena organización de equipo, que unido a la experiencia y profesionalidad de los
guías rusos condujo a los montañeros hasta la cota 4.900 m . desde la cual
contactaron con una snow-cat para
retornar, junto con otros grupo de alpinistas hasta el campo base y
poder celebrar el éxito de alcanzar el techo de Europa.
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